El Observatorio de Museos Universitarios invita a reflexionar sobre las colecciones que son origen y cuerpo de algunos Museos y a preguntarnos si es necesario tener cosas para ser uno de ellos. A lo largo de cuatro encuentros abordaremos el concepto de cosa y su vínculo con la cultura material, indagando sobre nuestras colecciones y cómo nos relacionamos con ellas al momento de preservarlas y comunicarlas. 

Lugar: Edificio Karakachoff - Calle 48 entre 6 y 7
Horario: miércoles 5 | 12 | 19 | 26 de junio de 9 a 13 hs.
Destinatarios: profesionales de museos y personas que trabajan con colecciones. Alumnos y graduados de carreras asociadas a la museología, el patrimonio, la filosofía, la semiótica, el diseño y la comunicación.
Actividad libre y gratuita con inscripción previa en: https://docs.google.com/forms/d/1vdcFpzaccHGi6NFJeJoGKa3v0Z1D2um2a5kyIbLkYAk/edit

Fundamentación

En los museos trabajamos rodeados de muchas cosas. Las conservamos, las inventariamos, las catalogamos, las exhibimos, les otorgamos sentido, les creamos contextos, pero poco reflexionamos sobre qué son esas cosas que tanto cuidamos, estudiamos y comunicamos.

Estas jornadas proponen detenernos a pensar e indagar en la relación que las personas y las sociedades entablamos con las cosas, desde múltiples miradas disciplinares. ¿Qué es una cosa? ¿Cuál es nuestra relación con ellas? ¿Qué se pregunta la filosofía sobre las cosas? ¿Cómo interviene la semiótica y la idea de signo en nuestras prácticas museográficas? ¿Cómo comunicamos las cosas? Es verdad que ¿las hacemos hablar? ¿Tienen esas cosas algo más para decir en el momento que las ingresamos a una colección? ¿El Museo solo existe cuando tiene colecciones?

Objetivos

• Promover encuentros interdisciplinares para pensar la comunicación del patrimonio, el arte y las ciencias.
• Reflexionar sobre la relación de las personas y las cosas para repensar nuestras prácticas en los Museos.
• Generar instancias de encuentro y debate con otros que piensan distinto.

 

I Jornada: LA MEDIDA DE TODAS LAS COSAS: UNA VUELTA DE TUERCA FILOSÓFICA A LA COSTUMBRE DE CLASIFICAR

Dra. Aurelia Di Berardino

Todos hablamos todo el tiempo de las cosas pero invitados a pensar de qué hablamos cuando hablamos de cosas, nos enfrentamos al desafío de mirarnos en el enorme espejo de nuestra cultura. En esta intervención propongo volver al inicio de la reflexión filosófica No es un deseo histórico el que conduce este retroceso: más bien es la vana esperanza de que en el camino de vuelta nos acompañen ideas lo suficientemente desordenadas como para repensar el porqué de nuestras clasificaciones y el significado mismo de las cosas. 

II Jornada: NO VEMOS. MIRAMOS. NOSOTROS, LAS COSAS, EL SIGNO, EL SÍMBOLO Y EL PENSAMIENTO.

Lic. Daniel Sánchez

En el marco de las historias de las colecciones y los coleccionistas, la denominada historia material y lo que André Malraux en su concepto de Museo Imaginario utilizó en la dimensión estética como universo de las formas, surge la reflexión acerca de los criterios de selección, ordenamiento y lo que se denomina catalogación, registro.

En la fantasía positivista aparece la idea de entender este registro como la herramienta equivalente entre la cosa y el dato que construye ese registro. Esta herramienta equivalente se la denomina signo. A ese signo de lo entiende como un elemento constituyente del objeto, que nos generará una certeza a partir de la cual podremos establecer un orden desde el cual conoceremos el mundo, entendiendo a éste como conjunto de todo lo existente constituido por un orden externo, al cual lo intuimos sistémico y lógico. La catalogación sería entonces el modo analítico a partir del cual establecemos algún inventario del mundo.

Ese inventario tiene orden y precisión y nos da garantía de certezas a partir de las cuales podemos definir los ordenamientos que surjan de ese inventario como objetivo, es decir, “…como perteneciente o relativo al objeto en sí mismo, con independencia de la propia manera de pensar o sentir…” Sin embargo, si adentramos en los fundamentos de ese orden, encontraremos su historicidad, su construcción, su carácter de configuración más que de su identificación, analogía o equivalencia.

Desde esta perspectiva, lo perteneciente o relativo al objeto, más que independiente de nuestra propia manera de pensar o sentir se tornará una posibilidad de construir. Y esa posibilidad de construir nos permitirá salir de un modelo de verdad como imposición del poder que construye y modela subjetividades (Foucault.1979) y adentrarnos en una dimensión en la cual el signo se constituirá en símbolo[3] y por tanto el inventario será el insumo para generar diversas construcciones de mundo.

Materiales del encuentro

No vemos, miramos

El giro icónico

https://www.youtube.com/watch?v=HQ5w8IxKBBM

https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000147854_spa

III Jornada: "Las cosas que no entran en las vitrinas". Reflexiones sobre comunicación, educación y cultura en espacios sociocomunitarios.

Dr. Darío Artiguenave http://bit.ly/OMUcomunicacion