No es muy conocida en La Plata, donde vivió más de cincuenta años, ni en Dinamarca, donde nació y se inició en los estudios universitarios de química.
Distintas circunstancias hicieron que figuras más destacadas ocuparan los roles protagónicos en la historia de la ciencia en Argentina. Sin embargo, vale la pena conocer su historia y sus aportes a la educación científica. Por eso, y a modo de contribución a la recuperación de las memorias de nuestras pioneras, presentamos algunos escritos y fotografías de la química danesa argentina Margrete (Margarita) Heiberg Bose, profesora del Instituto de Física de la UNLP. Desde el Museo de Física estamos trabajando para recuperar los rastros de su trabajo en la UNLP, de su labor en favor de la enseñanza y la difusión de la ciencia, y los relatos de sus experiencias de vida. Contamos para ello con la colaboración de su nieta, Beatriz Bose, química como ella, quien nos está facilitando el acceso a sus escritos y recuerdos materiales. También con el Sedici, que digitaliza los textos para que estén al alcance de todos a través de internet, tal como los que comentamos a continuación.

Los primeros trabajos que se ocuparon de Margrete fueron escritos por Guillermo Bibiloni (http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/49924), Osvaldo Civitarese y Cecilia von Reichenbach (http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/49930). En ellos se detalla cómo, a comienzos del siglo XX, ella llegó a la Argentina siendo la primera mujer recibida de química en Dinamarca. Fue contratada junto a su esposo Emil Bose para iniciar la investigación y la enseñanza de la física en el país. Luego ella eligió nuestro país para vivir, desarrollar su carrera científica y criar a su hijo como argentino.

Uno de los documentos más relevantes que hemos podido recuperar son sus memorias, escritas a comienzos de 1945 para su hijo Walter, cuando ella contaba con ochenta años de edad. El original, en danés, fue donado a los Archivos Nacionales de Dinamarca por Walter, y una copia del mismo fue traducida en Copenhague por Mr. Cay Dollerup y entregada a Beatriz Bose, la única hija de Walter, en 2015. Estamos haciendo la revisión de la edición en español, y agregando algunos datos que ayudan a poner en contexto el relato. Así, agregamos fotografías, mapas y comentarios que facilitan la interpretación del texto, junto con los comentarios de Beatriz Bose. Para hacerse al a idea del ambiente científico de su época puede leerse la descripción que Margrete hiciera del Instituto de Física de la UNLP en 1911, publicado en una prestigiosa revista alemana de física. Su elogioso retrato de las instalaciones y el equipamiento tuvo la intención de persuadir a los científicos alemanes de venir a investigar en La Plata, en reemplazo de Emil Bose, fallecido mientras trabajaba como Director del Instituto. Puede leerse en http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/45082.

En 1919, al regresar de Alemania, Margrete escribió acerca de la situación de los ciudadanos alemanes durante y después de la guerra, consciente de las ideas erróneas que en Argentina circulaban al respecto. Es un relato conmovedor de su situación en Alemania, donde la sorprendió la Primera Guerra mundial, a donde había ido a trabajar con sus colegas. Este texto, escrito en alemán y en español, también está siendo digitalizado para su consulta.
Otro texto de interés es el de una conferencia que dictó en la Sociedad de Historia Argentina en Buenos Aires en 1935, acerca de los usos de luz ultravioleta en las investigaciones jurídicas e históricas. Ella había trabajado con su hijo Walter, especialista en filatelia y en investigaciones sobre la historia del correo en Argentina, en la aplicación del análisis de luminiscencia para la detección de falsificaciones (http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/50022).

El rescate de los documentos históricos que conseguimos en el Museo de Física permite profundizar la historia de una de nuestras pioneras poco conocidas y descubrir en ella a la persona y la científica. Y poder compartir este conocimiento a través de la red nos da mucha alegría.